El tercer episodio de la octaba temporada de Juego de Tronos “La larga noche” ha sido sin duda uno de los mejores de toda la serie.
En la madruga del domingo al lunes se estrenó a nivel internacional mediante HBO el tercer episodio de la octaba temporada de Juego de Tronos titulado “La larga noche”. Sin un ápice de dudas podemos decir que este capítulo se ha colocado entre los mejores de toda la serie.
El episodio está dirigido por Miguel Sapochnik conocido por los fans de la serie gracias a su magistral dirección en el noveno episodio de la sexta temporada “La batalla de los bastardos”. El trabajo de Miguel Sapochnik es de nuevo soberbio, el director nos ofrece un capítulo donde priman la acción y la muerte a lo largo de sus 80 minutos de duración.
La batalla entre los vivos y los muertos finaliza después de una lucha sin cuartel en el asentamiento ancestral de la Casa Stark.
La expectación era máxima, al final del segundo episodio pudimos ver como las huestes del Rey de la Noche llegaban a Invernalia, la batalla por el destino de la raza humana estaba a punto de comenzar.
La estrategia era clara, contener a los no muertos lo máximo posible mientras Bran hacía de cebo en el Bosque de Dioses para que el Rey de la Noche acudiera en su busca y poder matarlo.
La acción es impresionante, los muertos arroyan sin piedad al ejército de los Dothraki y los Inmaculados resisten cuanto pueden, la lucha es feroz. En un momento del episodio todo parece perdido pues el ejercito del Rey de la Noche parece no tener fin.
En este episodio la sacerdotisa roja Melisandre de Asshai tiene un papel fundamental, no solo por conseguir encender las trincheras a través de la magia en un momento donde los muros de Invernalia estaban completamente sitiados si no porque Melissandre hace darse cuenta a la joven Arya Stark que su misión es acabar con el señor de la noche. Un dialogo para recordar infunde valor en la pequeña de las Stark, tras la muerte de Beric Dondarrion, las palabras son las siguientes:
Melisandre: El Señor lo trajo de vuelta por un propósito. Ahora ese propósito ha sido servido.
Arya Stark: Te conozco.
Melisandre: Y yo te conozco.
Arya Stark: Dijiste que nos encontraríamos.
Melisandre: Y aquí estamos. Al final del mundo.
Arya Stark: Dijiste que cerraría mis ojos para siempre. También en eso tienes razón.
Melisandre: Ojos cafés, ojos verdes y ojos azules. ¿Qué le decimos al Dios de la Muerte?
Arya Stark: Hoy no.
Será la última vez que veamos a la sacerdotisa roja sierva del Señor de la luz pues como bien le advierte está a Ser Davos al comienzo del episodio, ella morirá antes del amanecer. Efectivamente al llegar el amanecer Melissandre sale del castillo, arroja su collar rojo que contenía su magia y juventud y con cada paso que daba se hacía más anciana hasta que se extinguió por completo ante las atónitas miradas de Sandor Clegane y Ser Davos.
La muerte está muy presente en este tercer episodio de la octaba temporada.
Como en cada temporada es la hora de despedirse de varios personajes. Theon Greyjoy es uno de los que mueren en este episodio, de manera heroica el joven Theon intenta proteger a Bran hasta el final, sin embargo el Rey de la Noche llega al Bosque de Dioses y con una lanza atraviesa el costado de Theon Greyjoy llevándolo a la muerte.
Ser Jorah Mormont sucumbe a los muertos, Daenerys cae de Drogon y Jorah acude en su rescate, ambos están rodeados de no muertos. Una secuencia muy emotiva donde Jorah hace honor a su juramento de servir a la reina hasta su muerte.
Lyanna Mormont es uno de los personajes más valientes a pesar de su corta edad, cuando los no muertos consiguen traspasar los muros de Invernalia con el gigante Mag “el poderoso” al frente, la pequeña Lyanna acomete contra el gigante, este la atrapa con una mano y momentos antes de morir asfixiada, Lyanna clava un puñal de Vidriagon en el ojo de Mag, matando al gigante.
Eddison Tollet, el Lord Comandante de la Guardia de la Noche es otro de los que caen durante el fragor de la batalla. Después de salvar la vida de Sam, Eddison es apuñalado en la espalda por un no muerto.
Beric Dondarrión muere en un acto heroico dentro del castillo de Invernalia en cumplimiento de la misión que el Señor de la Luz tenía encomendada para él. Salvar a Arya Stark para que esta pudiera matar al Rey de la Noche.
El Rey de la Noche es asesinado por Arya Stark en uno de los mejores momentos de la serie cuando esta le clava su puñal en el estómago. Con la muerte del Rey de la Noche, todos los no muertos caen fulminados y la batalla termina.
Un episodio para el recuerdo de esta magnífica serie que a falta de tres episodios llega a su fin. Largo tiempo hemos esperado el desenlace que hoy hemos vivido y las emociones han estado a flor de piel durante todo el capítulo.
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