¿Te gustan los microscopios? ¿Sientes curiosidad por todos esos diminutos seres vivos que habitan en cualquier objeto cotidiano? ¿Te gustaría capturarlos, alimentarlos y formar colonias? Coge tu iPhone o iPad y podrás convertirte en todo un microbiólogo sin salir de casa.
Abylight es un pequeño equipo de desarrollo de videojuegos afincados en Barcelona, que allá por 2011 lanzaron un curioso juego para Nintendo Dsi y su cámara. Jugaba con la realidad aumentada, al estilo de Invizimals, y nos proponía algo muy simple pero a la vez entretenido: observar a través de un microscopio qué había en la superficie de cada objeto que pusieramos delante del objetivo. Podíamos conseguir elementos químicos, o localizar y capturar pequeños microorganismos. El juego tuvo gran éxito por entonces y decidieron portarlo a dispositivos móviles, dando lugar a este AfterZoom: Microbe Hunter. La mecánica del juego se mantiene, y han aprovechado el potencial gráfico de los dispositivos de Apple para darle un aspecto visual mejor conseguido.
Bienvenido a tu laboratorio
El juego nos presenta un pequeño laboratorio del que somos los dueños. Tendremos tres zonas diferenciadas. Por un lado tenemos nuestro Microscopio, con el que haremos uso de la cámara del dispositivo móvil para escanear cualquier objeto que se nos ocurra en busca de elementos químicos o microbios. Tenemos también la zona de Organismos, donde guardaremos en probetas los seres que localicemos y capturemos, y donde podremos observarlos, conocer algo más sobre ellos y alimentarlos. Esto último será necesario si queremos que sobrevivan y se reproduzcan. La tercera y última parte del laboratorio será donde tengamos las Sustancias. En esta zona podremos comprobar cuanta cantidad disponemos de los elementos químicos conseguidos, y también podremos mezclarlos para obtener nuevas sustancias para alimentar nuestra creciente colección de microorganismos. Dispondremos de una pequeña tabla de fórmulas reales para producir elementos como agua, etanol, azúcar, metano… con lo que los más peques de casa podrán ir aprendiendo algo de química básica y los no tan pequeños recordar nuestras clases de bachiller.
Busca en la encimera, en un vaso de agua, en una planta…
La zona del microscopio será donde pasemos más tiempo ya que será fundamental para abastecernos tanto de elementos químicos para nuestra colección de sustancias como para localizar y capturar a las criaturas. Apuntaremos con la cámara cualquier objeto que deseemos escudriñar en busca de microbios y tendremos posibilidad de ir aumentando o reduciendo el zoom gracias a los botones de la derecha. A medida que aumentemos iremos descubriendo partículas que con fijarlas en el centro de la pantalla (dispondremos de un pequeño círculo como guía para apuntar) y mantenerlas unos segundos serán capturadas y añadidas a nuestra colección. Si localizamos un ser vivo, veremos como se mueve y debemos centrarlo en el objetivo unos segundos para hacernos con el, aunque antes tendremos que librar una pequeña batalla.
El combate es bastante simple y a la larga puede cansar dada la falta de interacción (salvo elegir que microbios usamos). Dispondremos de 30 segundos para sacar nuestro ejercito arrastrando desde casillas al centro de la pantalla para intentar derrotarlo. Si vencemos una nueva pantalla nos mostrará información sobre la nueva criatura capturada (al estilo Pokemon). Si no logramos derrotarla en el tiempo establecido, perderemos los especimenes sacados en batalla y el enemigo escapará.
Crea nuevas sustancias, aprendiendo su formulación
Cuando nos cansemos de capturar pequeñas criaturas, y tengamos un abundante número de elementos químicos, podremos pasar a la zona de las Sustancias. Podremos echar un vistazo a la tabla de fórmulas que nos indica cuanta cantidad y porcentaje de cada elemento necesitamos para crear nuevas moléculas. Una vez decidida que fórmula utilizar, tan facil como ir eligiendo los ingredientes de la ruleta inferior y mientras pulsamos la pantalla desplazamos arriba o abajo para llenar la pipeta con la cantidad necesaria.
Mezclamos dos o más elementos, y cuando estemos seguros de que la fórmula es correcta, le damos al botón de mezcla. Si nos equivocamos, tan facil como darle al botón de comenzar de nuevo. Si tenemos éxito conseguiremos crear nuevas partículas. Esto será necesario para poder alimentar nuestras criaturas y que sobrevivan y reproduzcan en la zona de Organismos.
Da de comer a tus microbios, no queremos que se mueran
Una vez que acabemos con la formulación y tengamos alimento suficiente, podemos pasar a la zona de Organismos donde podremos observar la información de cada criatura capturada, su nivel de reproducción, el tiempo hasta la proxima hora de comer y un nivel de “hambre”, así como que sustancia logrará saciarla. Tendremos una pequeña ruleta de sustancias en la parte inferior de la pantalla y del mismo modo a como añadíamos elementos a las mezclas en la zona de Sustancias, aquí podremos elegir cuanta cantidad de alimento queremos dar a cada especie. Si las mantenemos bien alimentadas, se reproducirán diariamente y aumentaremos nuestra colección.
Mejorando lo visto en Nintendo DSi
El apartado gráfico ha sido mejorado, dando lugar un diseño tridimensional sin grandes alardes pero que logra su cometido, sumergirte en la idea de estar en un laboratorio usando el microscopio. Los efectos de sonido acompañan sin destacar. El control del juego portado al sistema táctil es muy fácil e intuitivo, lo que ayudará a que niños y grandes pasen un buen rato en el laboratorio.
Conviértete en un científico con tu móvil
La conclusión que podemos sacar de este AfterZoom Microbe Hunter es que sabe aprovechar el tirón que tienen los juegos de realidad aumentada y ponerla al servicio de la ciencia. Es sin duda una divertida manera de que los más pequeños de la casa se interesen por la ciencia, por los laboratorios y por descubrir nuevos seres vivos. Con un sistema de juego simple pero eficaz logra que nos pongamos manos a la obra en la tarea de examinar, localizar elementos y capturar pequeñas criaturas (a base de combates un tanto aburridos) y alimentarlas con sustancias que nosotros mismos formularemos y crearemos. Así les ayudemos a reproducirse y crear una gran colección de microorganismos.
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