Netflix acaba de estrenar hoy ‘Mute’, la nueva película de Duncan Jones (‘Warcraft: El origen’) que llega a la plataforma streaming a la sombra de ‘Altered Carbon’ y apostando de nuevo por una historia cyberpunk, esta vez sin trascendencias filosóficas.
Duncan Jones llegaba a Netflix con ‘Mute‘, una especie de secuela de ‘Moon‘, después de naufragar con ‘Warcraft: El origen‘ y a la sombra del estreno de ‘Altered Carbon‘, que ha tenido una aceptación mixta dentro del catálogo de la plataforma streaming. Llegaba a Netflix confuso, consciente de que la secuela de ‘Warcraft: El origen‘ está muy lejos de ser realidad. Y llegaba a Netflix con ‘Mute‘ siendo devastada por la crítica y con una acogida en Rotten Tomatoes muy dolorosa. Pero ni Duncan Jones ha sido amigo de los críticos de cine, ni tampoco la empresa norteamericana abraza a dicho medio, pues recientemente atacó directamente a este sector tras los desprecios recibidos por ‘Bright‘.
Pobre en personajes, escritura e historia, pero rica en acción, diseños de producción y elección musical: así es ‘Mute’, lo nuevo de Duncan Jones para Netflix.
Con ese contexto tan extraño, ‘Mute‘ partía de la herencia recibida por ‘Altered Carbon‘ para proponernos una historia similar en entornos, pero no en tramas y temáticas. Si ‘Altered Carbon‘ profundizó -de la manera que cada uno describa- sobre el significado de ser humano, la duología entre cuerpo-alma/existencia-esencia y otros menesteres de cariz, ‘Mute‘ se limita a ofrecernos la típica historia en la que un personaje (Alexander Skarsgård) busca a otro, desaparecido (Livia Matthes), y va desplegándonos la acción y avanzando en la trama conforme el protagonista descubre elementos clave en su investigación. No obstante, quizá lo destacable aquí es que el protagonista es mudo y debe acceder a la información con los mecanismos que tenga a su alcance, dada su minusvalía.
Es cierto que los personajes carecen de una entidad propia realmente dibujada y, especialmente los secundarios, adolecen de una escritura pobre e ineficaz; es cierto que el trabajo de Alexander Skarsgård resulta muy poco sugerente al amparo de la reciente Elisa (Sally Hawkins) en ‘La forma del agua‘, y también es cierto que Duncan Jones no para en ningún momento para contarte cosas que quizá debería explicar con mayor pausa y tranquilidad. No obstante, hoy me pararé aquí para decir que ‘Mute‘ funciona. En gran medida, funciona. Funciona como una película de acción, como entretenimiento junto a unos diseños de producción pulidos y con una elección musical muy acertada. Al final, Netflix da en la tecla siendo consciente de que, cuando uno busca en su videoclub algo que ver al final de un ajetreado día de trabajo, su usuario pretende pasar el tiempo con un producto entretenido. Pasó con ‘Bright’ y pasa con ‘Mute’: la distancia entre los críticos y los fans se alarga todavía más, y parece ya insalvable.
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