Héroes en el infierno (Only the brave) es la película dirigida por Joseph Kosinski (Oblivion, Tron: Legacy) que se aleja de la ciencia ficción, no de los efectos especiales, para contar un drama real del grupo de bomberos Granite Mountain y sus aventuras en unos Estados Unidos devorado por las llamas. Como decía, el director deja de lado la ciencia ficción para centrarse en unos personajes humanos, llenos de fallos y adicciones (a las drogas, al fuego…) que luchan por salvar vidas y a ellos mismo. La película alterna momentos de gran profundidad dramática con otros que tiran al melodrama pero casi siempre acierta a emocionar al espectador.
Josh Brolin está inmenso como el atormentado jefe de bomberos y Milles Teller vuelve a levantar cabeza después de su papelón en Whiplash. Juntos tienen las mejores escenas dramáticas de una película en la que los secundarios también brillan. El grupo de bomberos tiene química y enseñan al espectador como se forja la amistad en base a confiar las vidas de los unos en los otros. En definitiva todo el reparto se compenetra a la perfección para contar las vidas privadas de hombres que lo dejan todo de lado, familias incluidas, para arriesgar sus vidas con sus hermanos de profesión.
Pero la acción también funciona bien para estos héroes. El omnipresente fuego amenaza todo el rato y gracias a unos conseguidos efectos visuales y sonoros llegas a estar dentro de esos bosques en llamas. Los esfuerzos de estos Hotshots (así llaman a la élite dentro del cuerpo de bomberos) no han sido en balde, el espectador se queda con la sensación de que el cuerpo no es solo un grupo de musculitos ligones que bajan gatos de los árboles si no que son una gran familia de humanos con debilidades, pero sobre todo con una fuerza de voluntad maravillosa.
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