La nueva gama de Razer “Chroma” se cuela en todos los periféricos gamers de la compañía. Luces y más luces nos acompañan en las horas de juego.
Aún seguimos buscando un ratón que nos ofrezca mejores prestaciones, mayor ergonomía y un diseño tan elegante y bien definido. No importa si está destinado a echar largas horas de juego o si lo vamos a utilizar para trabajar en el día a día con nuestro ordenador. Y es que el listón está muy alto desde que el DeathAdder pasó por nuestras manos y, estamos seguros que así sería para cualquiera que lo pruebe.
Desde luego un producto que funciona tan bien y que ha recibido tan buenas críticas (solo hay que ver la cantidad de galardones que ha obtenido de la prensa) tenía cantado una revisión por parte de Razer. Partiendo de unos puntos muy fuertes como periférico, el nuevo DeathAdder Chroma presenta unas caracterísiticas aún más pulidas y perfectas.
Características del producto:
- Diseño ergonómico de mano derecha con laterales de goma texturizados
- Sensor óptico de 10.000ppp
- Iluminación Chroma personalizable con 16,8 millones de colores
- Razer Synapse habilitado
- 5 botones Hyperesponse programables independientemente
- Ultrapolling de 1000 Hz
- Ajuste de sensibilidad instantáneo
- Modo Always-on
- 300 pulgada por segundo* / 50g de aceleración
- Conector USB chapado en oro
- Cable de fibra trenzada, peso ligero, siete pies de longitud
- Tamaño aproximado: 127 mm / 5” (largo) x 70 mm / 2,76” (ancho) x 44 mm / 1,73” (alto)
- Peso aproximado: 105 g /0,23 lbs
- http://ift.tt/1FEQEe6
¿Para qué cambiar lo que funciona?
Ya comentamos que el diseño estructural del DeathAdder es lo más perfecto que hemos visto en el mercado de ratones para gamers. Con unas líneas suaves que permiten un agarre cómodo y para nada agotan o provocan molestias en la mano tras varias horas de uso. Así, vamos a encontrar un diseño idéntico en la nueva versión “ultraluminosa” del ratón. Buena superficie de base para la palma de la mano que no es excesivamente grande ni tampoco se queda pequeña y que si por algo destaca, es por su pronunciada curvatura orientada a cubrir esa parte cóncava de la mano. Los botones principales también presentan el mismo sistema que en el modelo básico. Placas onduladas para adecuarse a las yemas de nuestros dedos y que facilitan (y tanto que lo hacen) las pulsaciones rápidas o lentas.
Los laterales, una vez más, serán la mejor elección para un agarre firme a la vez que ergonómico. En la parte izquierda, contaremos con los botones de avance/retroceso siguiendo la forma curva del ratón. Se trata de unas placas relativamente grandes y que, debido a su composición, no costará trabajo apretarlas. Su inclusión es muy acertada ya que si solemos usar estos botones el acceso es rápido, en cambio si no es una de nuestras preferencias en el ratón… tampoco resultará molesto.
El lateral derecho del DeathAdder cuenta con esa extensión de goma que ya vimos en su primera versión. También adaptada a la forma del ratón, su función está destinada a la máxima firmeza posible a la hora de agarrar el ratón. Y tanto que lo consigue. Si esta parte hubiese mantenido el material que recubre todo el DeatAddher, estamos seguros de que la sensación habría sido muy distinta.
Y llegamos a la guinda del pastel, la iluminación. Tal y como se ha señalado en otros de productos de Razer con ésta característica, su función es meramente estética. La posibilidad de contar con un buen producto (ya que todos son top ventas) que además podemos personalizar perfectamente. La iluminación del DeathAdder no se saldrá de lo convencional, y es que se limita a dos elementos del ratón como la ruleta central y el logotipo de Razer.
No encontraremos entonces una base o parte inferior que haga sombra sobre la alfombrilla o cualquier otro elemento. En parte, porque la estructura del ratón no ofrece ninguna zona que sea susceptible de iluminarse, por lo que Razer ha hecho bien en no excederse. Las luces otorgan al DeathAdder un diseño bastante
Tal y como se comentó al comienzo de la review, DeathAdder Chroma cuenta con el sistema Synapse lo que permite que configurar los detalles
El rendimiento por bandera
Si la comodidad del DeathAdder hace la mitad del trabajo, la otra parte no se queda corta. Una respuesta instantánea, configurable a diferentes DPI y una resistencia mínima para no fallar en cada clic. Sin duda, su sensor óptico de 10.000 DPI (sí, 10.000) es la joya de la corona y el principal responsable de que el DeathAdder se deslice por la alfombrilla de forma casi perfecta.
No podía faltar el seguimiento de superficie tras levantar el ratón, tal y como se estaban presentando en los últimos modelos de mouse de la compalía. Una funcionalidad que, aunque no tengamos muchos problemas con ella, siempre está bien que se incluya.
De forma general, el rendimiento del DeathAdder Chroma es el mismo que en su primera versión es decir, uno de los mejores (si no el mejor) en el mercado de mouse para gamers.
Conclusiones del DeathAdder Chroma
Para los más curiosos con esto de la personalización de los perfifericos o que quieran darle un toque más luminoso a su equipo, o que quieran hacerse con toda la gama de colorines que ofrece Razer. Sin duda, que uno de los productos estrella de la compañía se pase al lado de las lucecitas es una apuesta por “redefinir” el concepto de periférico y extender las ventas de un producto que ya funcionaba bien.
¿Necesario? Tal vez no, tal vez DeathAdder ya estaba bien en su primera versión. Así pues lo vemos como un producto que parte de algo “casi perfecto” y que añade apenas un par de detalles mínimos, siendo el cambio sustancial la inclusión de la iluminación LED.
En cualquier caso, no se puede achacar gran cosa al DeathAdder ya que la calidad está ahí y seguirá siendo por mucho tiempo uno de los mejores ratones del mercado, con o sin luces.
Por todo esto, otorgamos al ratón DeathAdder Chroma de Razer nuestro galardón de Oro
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