Carolina Jiménez triunfa como Layaut Artist en Vancouver, Canadá donde ha trabajado para cineastas de la talla de Ridley Scott o George Miller entre muchos otros.
‘World War Z’, ‘Star Trek: Beyond’, ‘El Hobbit’ o ‘Aquaman‘ son solo algunas de las películas que componen el extenso curriculum de Carolina Jiménez. Infografista de profesión, escéptica de mente y científica de corazón, así se define la madrileña, una auténtica artista de los VFX que triunfa como Layaut Artist en un profesión que le permite trabajar de forma directa en las mejores superproducciónes del cine actual de Hollywood.
¿Qué te llevo a querer trabajar en la industria del entretenimiento y más concretamente en el apartado de los VFX? ¿Cómo fueron tus comienzos en lo que es hoy en día tu profesión?
Yo de niña quería ser científica. Además de por mi amor a la ciencia, porque no concebía que eso de hacer películas fuera una profesión real a la que alguien pudiera dedicarse. Estudié arquitectura y gracias a ella tuve mi primer contacto con programas informáticos de creación de entornos en 3D. Me resultaba muy difícil limitarme a modelar edificios y no distraerme en diseñar naves espaciales o planetas remotos imposibles. Dio la casualidad de que en ese momento se estrenaban los DVDs de la versión extendida de la primera entrega de la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’.
Aquéllos DVDs incluían documentales sobre cómo se había hecho la película con un nivel detalle que no había visto nunca hasta entonces. Yo admiraba la tecnología detrás del cine desde películas como ‘Parque Jurásico’ o ‘Terminator 2’, pero nunca había visto con tanta cercanía la realidad tras una gran superproducción. Resultaba que gente normal tras un ordenador, usando programas similares al que yo acababa de descubrir, generaban aquellos mundos, historias y personajes que tanto me fascinaban. Y me dije “yo tengo que dedicarme a eso”. Así que busqué en Madrid una buena escuela donde estudiar 3D y postproducción y convertí el trabajo de los artistas de Weta digital a las órdenes de Peter Jackson mi estandarte de sueño a alcanzar.
Dar el salto al cine no fue fácil. Y dar el salto al cine internacional fue incluso más difícil. Tras conseguir trabajar en el cine español con ‘Planet 51’, una experiencia inolvidable, aun me costó un par de años de perseverancia trabajando en otros sectores en 3D en España, mejorando la reel, aprendiendo mucho, trabajando duro, y sobretodo bombardeando a todos los estudios de animación y VFX del mundo con mi material hasta conseguir una oportunidad firme. Finalmente los estudios de George Miller, Dr. D, que se encontraban en Sydney, Australia, en plena producción de ‘Happy Feet 2’ se fijaron en mí y me dieron la tan ansiada ocasión de saltar al cine internacional. No sin un buen susto en el cuerpo hice maletas y lo dejé todo atrás para irme a la tierra de los canguros a trabajar con uno de los directores que ya más admiraba .Tras esta experiencia las cosas fueron ya más sencillas. Nada más acabar la producción ya tenía una oferta en los estudios MPC de Londres, donde trabajé en ‘Prometheus’ y ‘World War Z’. Mi insistencia enviando mi curriculum a Weta cada poco tiempo acabó dando sus frutos y a los pocos meses se interesaron por mí y me ofertaron unirme a ellos en la producción de la trilogía de ‘El Hobbit’ nada menos, a las órdenes de Peter Jackson en la Tierra Media de mi admirado Tolkien. Fue una mezcla de trabajo duro, perseverancia y suerte, y aun hoy, ya unos años después, me sigue pareciendo mentira. Fue toda una aventura, todo un honor, que me enamoró aún más si cabe de mi profesión y del cine.
Mudarte a otro país, otra cultura, lejos de tu familia ¿Ha sido difícil?
Sí. Salir de tu zona de confort y lanzarte a lo desconocido por cumplir un sueño, lejos de familia y amigos, puede ser muy duro. Otro idioma, otras culturas, otras maneras de hacer las cosas, todo por aprender y comprender… Ser inmigrante es realmente duro. Pero también enriquecedor, estimulante y apasionante. Reconozco que no es para todo el mundo. Pero sin duda, si estás dispuesto a apreciar todo lo que salir de tu país te puede ofrecer, es una de las mejores experiencias posibles.
Se pasa mucho miedo, muchas incertidumbres, mucha inseguridad… Pero de todo eso se sale fortalecido y habiendo aprendido lecciones que cerca de casa no se pueden aprender. Ha sido difícil, pero ha merecido mucho la pena.
¿Por cual proyecto sientes un especial cariño?
La experiencia más gratificante de mi carrera fue conseguir trabajar en Weta, en la trilogía de ‘El Hobbit’. De modo que trabajar en Weta Digital en Nueva Zelanda, con Peter Jackson en el universo Tolkien se convirtió en mi sueño imposible. Que resultó no ser tan imposible después de todo. Ese es sin duda el momento inolvidable, el sueño alcanzado. La experiencia más gratificante y abrumadora de mi carrera. El equipo fue maravilloso y el resultado de gran calidad, pero el trabajo fue muy duro e intenso.
Y si he de escoger un proyecto más actual que me haya resultado especial tengo que nombrar a la nueva temporada de ‘Cosmos’, que acabamos de terminar recientemente y que estrenaremos este año. La serie original de ‘Cosmos’ de los años 80 causó un fuerte impacto en mí, y su creador, Carl Sagan, es para mí una figura inspiradora fundamental. Cuando me dijeron que trabajaría en el proyecto fue un momento muy emocionante. He puesto mucho esfuerzo y entusiasmo en mi parte del proyecto y considero que ha sido un honor participar en él.
Cuéntanos alguna anécdota curiosa o graciosa que hayas tenido trabajando en alguna película, serie, documental…etc
Esta profesión, como todas, acaba siendo nuestra rutina. Aún así lo peculiar de lo que hacemos y a veces las largas horas de trabajo acaban creando situaciones geniales para el recuerdo. Como en la época en que estábamos trabajando mis compañeros y yo a destajo en la generación de las telarañas de la secuencia del bosque de Mirkwood, las cientos de telarañas que tuvimos que hacer, y que acabó siendo tradición que si nos quedábamos trabajando más tarde de las 2 de la madrugada había que parar un rato para poner salsa a todo volumen en la oficina y bailar todos un rato. Y cómo llenamos el techo de la habitación en la que trabajábamos de hilos blancos que iban de pared a pared, y lo que empezó como una broma de un rato acabó llenando la sala de verdaderas telarañas. O como cuando pregunté estando en Weta si alguien me podía recomendar un buen calígrafo que supiera escribir en élfico para diseñarme un tatuaje que me quería hacer para conmemorar mi aventura en la Tierra Media y que acabara diseñándomelo el calígrafo y cartógrafo de las 6 películas, con quien acabé entablando mucha amistad y quien me coló un día en un hangar de rodaje durante la grabación de unas tomas en la cueva del dragón. O como con mi admirado George Miller, con quien coincidí en varias ocasiones durante la producción de ‘Happy Feet 2’, la más curiosa de las cuales cuando choqué literalmente con él al salir ambos despistados de nuestros respectivos cuartos de baño. La situación fue lo bastante peculiar como para que los dos nos echáramos a reír juntos. O como cuando Ian McKellen vino a vernos al estudio y me lancé sobre él para hacerme una foto. Lo mismo con Tom Savini.
¿Qué proyectos en los que has trabajado han sido los más duros?
Si pienso en un proyecto concreto que resultara difícil y de cuyo resultado final en pantalla estoy más orgullosa, tengo que volver a ‘El Hobbit’ a la secuencia de las arañas en el bosque de Mirkwood. Todas esas telarañas fueron generadas por dos compañeros más y yo. Entre los 3 pasamos varios meses generando telarañas con un simulador que nosotros mismos estábamos desarrollando junto al equipo de programadores. Fue todo un reto apasionante y cada vez que veo la secuencia se me pone una sonrisa de orgullo en la cara. No fue fácil, pero ahí están.
A menudo la dificultad no depende del proyecto o del director, sino de la empresa o de las herramientas que toque usar. Tener un pipeline (que así se llama el proceso técnico de trabajo en los estudios de VFX) complejo, poco intuitivo, mal diseñado o que funciona con lentitud puede convertir el tiempo de trabajo en una experiencia tediosa y dificultosa.
En este sentido me he topado alguna vez con proyectos puntualmente desesperantes que parecía que no íbamos a poder acabar nunca. Aun así, siempre los acabamos. A cabezonería y tesón no nos gana la tecnología. Yo creo que esos son los momento más duros.
¿Qué consejos darías a las personas que se estén preparando en el terreno de los VFX?
Esta es una profesión fascinante que hoy en día está más al alcance de todo el mundo que nunca. Combina arte, tecnología y la magia que supone hacer cine. No es siempre una profesión sencilla porque requiere viajar, ser perseverante, mantenerse siempre actualizado… Pero si es lo que a uno le gusta hacer, merece mucho la pena. Yo siempre digo que si yo he podido puede cualquiera que quiera. Que no piensen ni por asomo que no es posible. Fácil el camino no es. Requiere esfuerzo, empeño y valor. Pero nunca ha sido aprender de esto y dedicarse a ello tan asequible como lo es ahora.
Mi consejo es que trabajen duro, durísimo. Que no dejen nunca de aprender. Que pidan ayuda a quienes saben más que ellos y que ayuden a los qué vienen detrás. ¡Que aprendan inglés! Que nunca pierdan la ilusión, y que disfruten. Que esta profesión es para disfrutarla.
Con todo la relevancia sociocultural que está teniendo el feminismo gracias al movimiento METOO y su repercusión en la industria, ¿Crees que en tu sector ha sido de ayuda para las mujeres?
Un movimiento tan convulsivo como este ha tenido consecuencias positivas y negativas. Aunque yo soy de la opinión de que el revuelo ha favorecido el inicio de un cambio necesario, especialmente a largo plazo, cuando las aguas más turbulentas se asienten y queden atrás y la huella positiva de la concienciación ante un problema real de frutos.
Tanto en mi sector como en cualquier otro una mejor concienciación social, la visibilidad de un problema importante que nos afecta a todos y las múltiples iniciativas que ha provocado son de ayuda para acabar entre todos con la desigualdad que aún existe. Entre todos, aunque despacio, las cosas han empezado a cambiar. Y aunque queda mucho por hacer, soy optimista. Lo lograremos.
Carolina Jiménez es un claro ejemplo de esfuerzo, perseverancia y trabajo duro. Sus palabras servirán para que todas aquellas personas que están dudando en dejarlo todo y perseguir sus sueños todo lo lejos que sea necesario, lo hagan. Carolina Jiménez es una mujer que está rompiendo barreras y sin duda estoy seguro de que va a llegar muy lejos en la industria.
Links de interés:
Filmografía oficial completa:imdb.com
Perfil profesional: Linkedin.com
Blog: okinfografia
Última reel oficial: Vimeo.com
Página de Facebok: OKInfografia
Canal de YouTube: OkInfografiaMadrid
Twitter/Instagram: @OKInfografia
Cinemascomics.com | Cine, cómics y series
from Cinemascomics.com | Cine, cómics y series https://ift.tt/2FHYn64
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario