Ya está aquí, ya ha llegado la esperada ¿última? entrega de la saga de Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2 (Francis Lawrence, 2015). Desde 2012, dos años después de la publicación del último libro de la trilogía, Los juegos del hambre nos ha venido dando una película al año hasta ahora, 2015, año en que la historia original llega por fin a término. Después de una primera película que dejaba bastante que desear, con sus intentos absurdos de evitar las escenas violentas a costa de movimientos mareantes de cámara, el cambio de director a Francis Lawrence nos trajo dos películas interesantes, entretenidas, bien adaptadas y con la acción justa para que resultaran entretenidas para el gran público. La cuarta y ¿última? entrega de la saga no defrauda tampoco y le pone un cierre más que digno a la historia original, superando a su parte anterior que pecaba, como en muchos otros casos, del síndrome de la película de en medio, que no termina de estar completa… porque no lo está.
A diferencia de las entregas anteriores, Sinsajo parte 2 se centra en las miserias de la guerra, una guerra civil por la libertad de un pueblo al que oprimen aquellos que más tienen y que dictan las normas, una temática muy relevante y muy actual que puede dar mucha miga y mucho pie a la reflexión si uno quiere sacar algo más que puro entretenimiento de las 2 horas y 20 minutos de metraje que, por cierto, no se hacen largas en ningún momento. Y es que esta entrega tiene de todo: acción, muerte, estrategia, sentimientos e incluso cameos de los sobrinos de Jennifer Lawrence.
Esta nueva entrega de la saga cuenta como punto fuerte con unas grandes actuaciones de parte sobre todo de Julianne Moore (Alma Coin), a la que odiamos más por segundos, y de Donald Sutherland (Snow), que consigue hacer que le odiemos con su fría calma desde el primer hasta el último minuto. Cabe destacar también la actuación de los protagonistas Josh Hutcherson, que nos muestra una evolución del personaje muy clara ya desde la película anterior, y Jennifer Lawrence, en cuya actuación cabe destacar el hilarante momento de grabación (por parte de una actriz oscarizada) de los vídeos propagandísticos o «propos», sobreactuando por guión.
Una estética muy cuidada nos acompaña durante toda esta entrega, continuando con los tonos grises, sobrios, que ya vimos en la tercera entrega y rompiendo de nuevo con los brillos y excesos (justificados) de las dos primeras. El gris, el blanco y el negro predominan prácticamente en todo momento y marcan el tono de la película, con escenas bien definidas dignas de cualquier película de acción que se precie y una refrescante escasez de maquillaje en la cara de la protagonista.
Respecto al ritmo de la película, resulta rápido, cargado de información, no dándonos tiempo a aburrirnos, con elegidas escenas de acción en los momentos necesarios que ayudan a desarrollar la trama en lugar de servir simplemente como entretenimiento de la búsqueda de la acción por la acción. Y es que si hay algo que no se le puede negar a Los juegos del hambre es que todo lo que ocurre en todo momento tiene una razón de ser, un fin, una moraleja, algo que enseñarnos y algo sobre lo que hacernos recapacitar. Quizá por esto también los dos grandes peros de esta película sean precisamente su incapacidad de hacernos sentir pena por las muertes que nos presenta y una conclusión de la saga (que ya aparecía en el libro) que nos presenta a una Katniss totalmente desconocida en un vestido (metafórico y literal) anticuado.
No se sabe si esta será realmente la última película de la saga; sin duda es la última basada en los libros escritos por Suzanne Collins, pero el estudio ya ha dejado claro que no se cierra a la posibilidad de una quinta entrega, sea una secuela o una precuela de la historia original. A la espera de más noticias a este respecto, la última entrega hasta el momento nos deja con buen sabor de boca y una despedida más que digna.
The post Crítica de Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2. Reflexiones sobre la guerra appeared first on AS Geeks.
No hay comentarios:
Publicar un comentario