Corre el año 1988, la Guerra fría está dando sus últimos coletazos, la URSS se desmorona, la carrera armamentística se recrudece con la presentación de un nuevo programa La Guerra de las galaxias. Batman: Las 10 noches de la Bestia, no, no es una clase de historia, es el escenario de una aventura de Batman, una de ellas que cambian todo.
Si el Retorno del Caballero Oscuro y Año uno, definían el nuevo mundo de Batman, un nuevo estilo, existían otros autores que también dejaron huella en la serie del detective. Jim Starlin fue uno de ellos, con ayuda de varios dibujante legendarios, uno fue Bernie Wrightson en El culto, otro Jim Aparo, y lo hicieron en Batman: Las 10 noches de la Bestia.
Los dos “Jims” pergeñaron varias historias legendarias, la mas conocida la muerte de Robin en ‘Una muerte en la familia’, que hasta hace pocos años aún tenía repercusiones en la vida de Batman. La otra es ‘las 10 noches de la Bestia’. Un cómic con implicaciones políticas, que enmarcaba al murciélago en una época histórica concreta, con acontecimientos reales. Espionaje, política, asesinatos, y Ronald Reagan. Pero no solo por la temática es importante, también fue el inicio de una nueva forma de concebir el cómic, las sagas cerradas dentro de una serie, los arcos argumentales cerrados y concebidos así, no de forma abierta. Ahora es algo común, pero hasta que no llego esta saga, no existía esta forma de plantear una serie regular.
Con la KGBESTIA BATMAN encontró alguien mejor que él en su trabajo
El agente conocido como la Kgbestia es lo mejor que la Unión Soviética tiene en su arsenal para la Guerra Fría. Un hombre modificado ciberneticamente, con un único objetivo, cumplir sus ordenes, y estas son acabar antes de 10 días con diez personas, y así detener el proyecto de “la Guerra de las galaxias”. Y nada lo detendrá.
Starlin planteaba un personaje que no hablaba a no ser que fuera necesario, que no tenia reacciones o emociones humanas, al que no veíamos mas allá de su misión, un ser enfocado, inhumano. Exactamente la imagen que Batman debe tener para aquellos que no conocen nada mas que su guerra. El choque entre ambos era el equivalente al conflicto entre las dos grandes potencias. Hasta que el cruzado de la capa deja de enfrentarse a él y usa su mejor arma, su cerebro. Planteada como una cuenta atrás, en días y en blancos para la Bestia, Starlin presenta al Batman más justiciero, y finalmente al detective para luchar contra una fuerza imparable. Con una buena cantidad de personajes secundarios, poco detallados, estereotipados, pero que cumplen su función, ayudan al héroe a corregir sus errores, no sin un precio que el murciélago siempre paga, las victimas de sus errores.
Si Starlin planteo la historia con una estructura solida, el dibujo de Jim Aparo fue el que dio vida a la intensa persecución. Recordada siempre la secuencia de la carrera en los tejados, el dibujante plantea lo que siempre lo destaco como uno de los mejores ilustradores que Batman ha tenido, sencillo, directo, acción pura y dinámica, con una composición de pagina clásica, pero que cuando empieza la acción, se mueve como una buena película de acción.
Algo más que una historia de Batman
Las 10 noches de la Bestia será recordada por crear una nueva forma de llevar una colección, pero eso es puro uso del marketing, del que ahora sabemos mucho más, pero su valor es mayor. Un Batman más frío , mas calculador, un poco cínico, pero con un Robin que servía de contrapunto aún mayor de lo que fuera Dick Grayson, el rebelde Jason Todd ideado por Steve Engleahart. Y su muerte sera lo que destrozara al héroe. Una etapa histórica para el hombre murciélago, que siempre conviene recordar, porque hoy seguimos leyendo a un Batman, que fue creado en estas paginas de hace ya más de 30 años.
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