‘Daredevil Chinatown’ el diablo vuelve a Nueva York, pero no a la Cocina del Infierno
Nueva etapa para el Diablo Guardián, nuevo equipo creativo, y tienen mucho trabajo para superar el legado que recogen. Un nuevo trabajo, nuevo aprendiz, viejos amigos perdidos y nuevos rencores, ‘Daredevil. Chinatown’ comienza con muchas novedades, pero con el mismo Diablo.
El Diablo de la Cocina del Infierno regresa para encargarse de proteger su barrio, ya sea con un uniforme nuevo, o con su traje de abogado. Pero ya no es como antes, nadie recuerda que Matt Murdock es Daredevil ¿por qué?, Foggy repudia a su amigo ¿por qué? Daredevil se aleja de su territorio para vigilar una nueva amenaza en Chinatown ¿por qué? Ahora Matt es ayudante del Fiscal del Distrito, y su primer objetivo es una extraña organización, a la que abiertamente acusa de secta, que parece germinar entre los inmigrantes ilegales chinos. Pero actúa de forma casi mafiosa, y con un extraño tinte sobrenatural. Murdock ataca con la ley, y Daredevil con los puños, y esta vez no está sólo. Punto Ciego, un héroe novato le acompaña, para ayudarle, para entrenarse, para inspirarse. Muchos cambios para el héroe ciego.
Tras la brillante etapa de Mark Waid, Charles S. Soule, uno de los guionistas estrellas en los últimos años de Marvel, toma el testigo de uno de los héroes de la Casa de las Ideas que más popularidad han ganado recientemente. La serie de televisión ha propiciado un nuevo resurgir para el cuernecitos, que aprovecha este empujón para ganarse nuevo traje, con estilo de boxeador en homenaje a su padre, nuevo logo, y nuevo equipo creativo, rematado con el dibujante Ron Garney, un artista que no ha dejado de mejorar y mutar en cada título al que se ha incorporado, dando siempre lo mejor que tiene.
Una historia que promete mucho pero se queda a medio camino
Para el que suscribe estas líneas, Charles S.Soule es un autor que ha tenido muchas oportunidades para hacer grandes obras, y que siempre comienza con fuerza, pero que no sabe contenerse, lo que da desarrollos largos y vacíos, o cortos y aglutinados. El ritmo de sus obras depende demasiado de la cantidad de personajes, cuantos más maneja menos se centra en la trama y mas se pierde en los detalles. En el caso de Chinatown, con dos personajes principales deja detalles en el aire para futuras tramas, pero se olvida de enganchar al lector. Tras este tomo, estoy seguro que Punto ciego es poco más que un secundario que creaba por necesidades de esta trama al que ha cogido cariño, para la mayoría de lectores, si desapareciera, no creo que importara demasiado.
Aunque sus temas son bastantes potentes, inmigración, la legalidad e organizaciones amparadas en la libertad de culto norteamericana, muy puesta en duda ya que protege a entidades más que dudosas, y cierta crítica a la sociedad y su capacidad de manipular la visión de los problemas en barrios “conflictivos” y “marginales”. Su Matt Murdock busca acercarse a la versión más “milleriana” del personaje, oscuro, callado, y con una horrible tendencia al egoísmo y la autocompasión, sin embargo se queda en el envoltorio y no alcanza la esencia. Y si Miller supo dotar esa imagen oscura de vida, esperanza, y llegar a resucitar al héroe tras una de la mejores sagas de superhéroes de la historia, BornAgain, Soule solo araña la superficie del héroe, dejándonos con un sabor de boca conocido, pero mucho más ligero, sin tanto cuerpo ni regusto.
El gran estado de forma de Ron Garney
El punto más fuerte de toda la serie es sin duda Ron Garney. El dibujante está exultante, siendo capaz de convertir cada página en una composición dinámica y atractiva, ya sea entre las sombras de tejados y callejones infectos, o en despachos de fiscales y celdas húmedas y oscuras. El americano es capaz de crear atmósferas asfixiantes en las que la acción se desarrolla de forma rápida y sucia, Con un color oscuro y mínimo, en el que los brillos no existen la luz es tragada por las sombras de un mundo tan corrupto como el de las leyes, y abyecto y oscuro como son las mafias de inmigración. El artista evoca las épocas más oscuras del Diablo Guardián. Es una atmósfera muy noir en un cómic que aunque se presupone cercano a este género, no alcanza a internalizarla en la historia, un error de Soule, no de Garney. No puedo dejar de imaginar las maravillas que habrían salido si hubieran dejado a Ed Brubaker o Greg Rucka escribir esta etapa.
‘Daredevil Chinatown’ no pasará a la galería de grandes historias de Daredevil, y con el precedente de Mark Waid al timón y la actual versión reeditada de BEndis en la colección Marvel Saga, tiene difícil ganar la atención que podría dársela. Esperemos que afine más Soule en su versión del cuernecitos, porque de momento parece más un acercamiento con demasiado respeto, más que una obra propia para redefinir al personaje.
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