Se estrena este viernes 24 de mayo, en las carteleras de toda España, el largometraje Aladdin, la nueva cinta de acción real de Disney Pictures, protagonizada por Naomi Scott y Will Smith. Y, a continuación, puedes leer nuestra crítica, sin spoilers.
El cineasta Guy Ritchie (Rey Arturo: La Leyenda de Excalibur) es el encargado de dirigir esta cinta de acción real que nos ofrece el remake en carne y hueso del clásico de animación de Disney de 1992, Aladdin. Los guionistas John August y Guy Ritchie son los encargados de darle forma a la cinta animada de Ron Clements y John Musker.
Aladdin está protagonizada por Mena Massoud (Jack Ryan, de Tom Clancy), Naomi Scott (Power Rangers), Will Smith (Escuadrón Suicida), Marwan Kenzari (La Momia), Billy Magnussen (Bond 25), Nasim Pedrad (Dulces Criaturas), Numan Acar (Spider-Man: Lejos de Casa), Navid Negahban (12 Valientes) y Amir Boutrous (El Quinto Poder), entre otros.
Aladdin (Mena Massoud) es un adorable ladronzuelo de Ágraba, que conoce a una chica en el bazar de la que se enamora, sin saber que es la hija del Sultán, la princesa Jasmine (Naomi Scott). Para conquistarla, se dejará seducir por Jafar (Marwan Kenzari), que le promete grandes riquezas si entra a una cueva en mitad del desierto, para coger una lámpara. Una vez atrapado en la cueva, descubrirá que en realidad es una lámpara mágica, donde le concederá tres deseos el Genio (Will Smith), convirtiéndole en un príncipe para conquistar a Jasmine.
Nos encontramos ante una de las películas más esperadas del año, uno más de los remakes en carne y hueso que está elaborando Disney de toda su filmografía animada, al menos de los clásicos principales. Una vez visto Dumbo, y a la espera de El Rey León, las dudas entraban al ver qué pintaba Guy Ritchie en un clásico de Disney para todos los públicos, contando una historia que no tuviera su guión original, ni que hubiera podido adoptar a su estilo, como Sherlock Holmes. Y el resultado es, francamente, sorprendente.
Esto es debido a que este Aladdin conserva la magia y esencia de la película original, y la expande con 38 minutos más de metraje que se notan al compararlas con la cinta de animación, pero que no pesan para nada en el desarrollo de la trama. La reinterpretación de las escenas más icónicas y la conservación de las canciones favoritas de toda una generación permiten disfrutar cada minuto de la historia, como si volviéramos a ser unos niños, disfrutando y riendo con esta nueva versión.
También ayuda un Will Smith espléndido como Genio, dando su toque en aquellos aspectos donde no puede abordar la verborrea característica de Robin Williams, así como un Aladdin al que infunda su carisma Mena Massoud, creyéndonos su reencarnación cuando repite la frase “¿Confías en mí?”. El colorido aspecto de Will Smith no desentona, y los efectos especiales están a la altura, pero nadie eclipsa a Naomi Scott, maravillosa en su primer gran papel, que ya sea cantando, saltando o simplemente interactuando con sus compañeros de reparto, se come a todos y les eclipsa, llenando la pantalla de magia y de color. Su nueva canción, añadida para esta versión, consigue darle más profundidad a su personaje, empoderando a un princesa que pedía a gritos más protagonismo.
Como nota negativa nos encontramos a Marwan Kenzari, que no da la talla como Jafar. Ni la voz, ni su presencia ni su actuación consiguen que llegues a verle mimetizado con su versión animada. Este Jafar no asusta, siendo demasiado joven y atractivo para un papel que hubiera sido mejor darle a alguien más curtido, viejo y enjuto. Aún sin compararlo con el original, su personaje sigue sin encajar, aunque tampoco llega a desenganchar al espectador, pero da rabia que flaquee en ese aspecto una cinta que consigue pulir y mejorar la cinta primigenia en muchos otros aspectos.
En definitiva, este remake live action supera la prueba y se convierte en la mejor reinterpretación en carne y hueso que ha hecho Disney de sus clásicos inmortales hasta la fecha, conservando la esencia de la original y añadiendo o modificando aspectos que redondean la trama; pero todo ello sin desdibujar la historia principal, que sigue siendo tan cautivadora como siempre. La simpleza de la trama y los momentos divertidos se conservan, añadiendo nuevos gags y acción a la mezcla, además de unos movimientos de parkour de Aladdin que parece protagonizar una entrega de Assassin’s Creed.
NO TE LA PUEDES PERDER SI: Te gustó la original, porque esta película volverá a cautivarte, especialmente con sus inolvidables y pegadizas canciones.
NO VAYAS A VERLA SI: No te gustó la original, porque te decepcionará esta revisión del clásico.
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